Ludovico no conoce ni su nombre ni que es un pato, pero sí sabe volar, nadar y comer. La mañana de su primer invierno visita el lago congelado y comienza a patinar sobre él, y así aprenderá a hacer algo nuevo: jugar. Este libro álbum aborda, desde la personificación del ave, el descubrimiento del mundo por parte de la primera infancia y cómo los adultos, representados por otros animales en el relato, comprenden o no ese proceso. Las ilustraciones destacan por su colorido y aportan, hasta cierto punto, detalles no explícitos en el texto escrito. Si bien la obra pretende mostrar esa mirada primigenia del infante, la representación de los adultos es estereotipada y simplista. Se recomienda a partir de los 5 años.